Vidas complicadas...
- 20 may 2017
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LAS CONSTELACIONES FAMILIARES Y EL ORDEN SISTÉMICO NOS DAN LA RESPUESTA
Cada tragedia familiar tiene sus cimientos en la alteración de éste orden. Tanto si se trata de un problema en las relaciones de pareja, accidentes, suicidios, una enfermedad o una adicción, cuando hacemos una constelación de una familia con esa tragedia, vemos que clase de desorden la causa.
Por ello, no es arrogante decir que en las constelaciones familiares sacamos a la luz la verdad fundamental. La mayoría de las implicaciones ocurren de manera inconsciente y con las mejores intenciones.
En el trabajo de constelaciones se comprueba siempre que todo el sistema familiar adquiere su tranquilidad en el momento en que todos los miembros toman el lugar correcto: el lugar que les corresponde en el orden del sistema.
Según Veenbaas, esto significa que los padres están en el lugar que corresponde a los padres, los hijos en el lugar de los hijos, los muertos en el lugar de los muertos y los vivos en el lugar de los vivos.
ORDEN SISTÉMICO
A través de la experiencia de Bert Hellinger durante años con las constelaciones, se han cristalizado ciertas leyes (orden sistémico). Él se ha basado en el trabajo de Boszormenyi-Nagy. El conocimiento de este orden está presente en cada familia y en cada persona, consciente o inconscientemente.
· Cada miembro de una familia tiene derecho a su lugar y el derecho de pertenecer por igual a ella. También cuando este ha fallecido prematuramente, era inválido, se quitó la vida, o acabó en una institución psiquiátrica. También los que fueron criminales, los que tenían mal carácter, los adictos a las drogas o los que sufrían de depresión, todos pertenecen a ella.
· Cada miembro de una familia carga con su propio destino. Le pertenece sólo a él. Aunque la vida de alguien sea corta, difícil o problemática, sólo es vivida por él. También los sentimientos como dolor o culpa, que le corresponden, solo le pertenecen a él. Cada uno lleva su propia responsabilidad y también la responsabilidad de su propia irresponsabilidad. Asimismo, lleva sólo él las consecuencias o resultado de su comportamiento irresponsable.
· La balanza de dar y tomar en una familia es: los padres dan a sus hijos lo que son y lo que pueden dar. Los hijos toman lo que se les da. Los hijos no tienen derecho a exigir nada a los padres. Ellos deben aceptar a los padres tal y como son. Los hijos pueden poner la balanza de nuevo en equilibrio al tener hijos y darse a ellos tal y como son. Si no pueden tener hijos, pueden recuperar el equilibrio al hacer algo que ellos interpretan como dar o algo que les haga sentirse bien.
· El orden en una familia es cronológico. El primero que nace ocupa el primer lugar. Así está el abuelo antes que el padre, la primera hija antes que el segundo hijo. Pero también la primera pareja de amor está antes que la segunda. En una constelación, los representantes son colocados en orden cronológico, según las agujas del reloj.
· El orden entre sistemas es: el nuevo tiene preferencia al viejo. Así la relación de pareja es más importante que la relación con la familia de origen. Si después de una separación, se tiene una nueva relación, esta es más importante que la anterior. Para los hijos de la primera y segunda relación es válido el orden cronológico. Esto quiere decir, que los hijos de la primera relación están, para los padres, antes que los hijos nacidos de la segunda relación. Para el padrastro y la madrastra sus propios hijos están antes que los de su pareja.
· El orden entre los padres se define por la función que ellos tienen en la familia. El progenitor que más representa a la familia (la defiende) fuera de ella, está en primer lugar.
Este progenitor sirve a aquel que está en segundo lugar y al resto de la familia. Por lo cual, el progenitor que está en segundo lugar es en realidad más importante, porque es éste quién tiene a cargo el cuidado de la descendencia. Este cuidado tiene un carácter interno.
De esta forma podemos observar cómo se complementan los hombres y mujeres en sus papeles de progenitores.
El respeto a este Orden hace posible que el amor entre dos personas en una relación fluya y sea duradero. De esta manera podrán sus hijos ser sencillamente niños y tendrán suficiente fuerza para su propia vida. Si este orden se perturba, lo cual ocurre a menudo, tendrá consecuencias dolorosas y a veces, catastróficas.
